"Francisco, el antihéroe con aureola"
Sudario 04 - Parte Frontal
"Francisco, el antihéroe con aureola"
Sudario 04 - Parte Trasera
"Francisco, el antihéroe con aureola"
Sudario 04 - Pieza Completa
“Francisco, el antihéroe con aureola”
Sudario 04 - 2019
Técnica mixta en lienzo
105 x 450 cm
por Angel Correa
Técnica y materiales
Técnica mixta en lienzo 100% algodón, café microfiltrado en polvo, agua destilada, acuarela, témpera, acrílico, anilina, tinta, colorante de alimentos, medio acrílico y barniz
Descripción de la obra
Esta obra fue inspirada por Francisco y la canción con la cual lo identifico: “Búscame”, balada, año 1973, interpretada por Sergio y Estíbaliz, duo español. Estas son algunas líneas de la letra: "Búscame donde el sol, donde se acabe el mar, donde el amor se pueda regalar, donde mi voz se escuche más y más. Sólo tres palabras pues mi cena de partir. Tres palabras cortas pero tristes de decir: Adiós, te quiero".
Colombia es un país de luto, sigue siendo un país donde se celebran ceremonias que brindan constantemente expresiones de solidaridad, respeto y compasión a las víctimas del conflicto social, y no por la pérdida que provoca la muerte por causas naturales, esa que es un hecho inevitable para todos. Actos de violencia, con gente que ha fallecido en trágicas circunstancias en medio de lo que yo denomino guerra civil colombiana parece algo inacabable y legitimado ante la indiferencia de muchos, elemento primordial del escándalo y la pornomiseria social.
Todo esto sucede en Colombia, en la tierra de Francisco, donde a lo largo de décadas los periódicos publican que se ha hecho evidente la carencia de líderes con consciencia social que pueden hacer algo por darle forma, estructura y futuro a un país que está pidiendo a gritos ayuda, cambio y paz para sacarlo de un luto que se siente perpetuo en medio del pesimismo y la apatía por luchar e inspirar una realidad diferente.
En medio de ese ambiente algunos grupos sociales han creado sus propias alternativas para solucionar el problema y de alguna manera aliviar el drama social, político y económico que vive la nación. Guerrilleros alegando y justificando sus actos de violencia y rebeldía pretendiendo alcanzar de esa manera el poder através de la revolución; paramilitares actuando como una respuesta a la vulnerabilidad a la que están expuestos los grupos y las familias con poder económico; las fuerzas militares que actúan en defensa del Estado y los gobernantes de turno, así como de la ley y el orden; pero también de la mafia dedicada al secuestro y al narcotráfico acentuando aún más el caos económico del país, sin olvidar a los más notorios y condenados por la opinión pública, los políticos corruptos que según los críticos roban y engañan al pueblo.
En medio del caos en el cual está sumida la sociedad colombiana conocí a Francisco, lo ví muchas veces, como un hombre joven nacido en medio del conflicto armado, que siendo producto de las circunstancias se convirtió en héroe, un héroe capaz aún de aniquilar a su enemigo y aliados, capaz de hacer millones y millones de dólares para crear su propia fortuna costara lo que costara, capaz de ayudar a muchos que necesitaban de su auxilio, capaz de mimitizarse como guerrillero, narcotraficante, paramilitar o político, pero siempre con un objetivo en mente, organizar el caos, el desorden social y la crisis de valores que él mismo representaba.
Un héroe para los más necesitados, para los que viven en la pobreza extrema, para los que no tienen ninguna clase de oportunidad para surgir, para los que no pueden suplir sus necesidades básicas para sobrevivir como trabajo, salud, alimento, techo, educación y un ambiente de paz, reconciliación y prosperidad. "Pacho" el que podía recibir las quejas y las súplicas de ayuda de cientos y miles de personas a su alrededor, el que tenía una ambición desmedida para cumplir con su objetivo, mejorar las condiciones de vida de los más necesitados.
Un hombre que al morir en una escena sangrienta, como sacada de la película El Padrino, es recordado, llorado y extrañado como el martir, el consuelo de muchos, el que calmaba la fatiga de tantos, el que le daba el pan a los hambrientos y estaba dispuesto a hacer lo que fuera para brindarle cosas materiales al prójimo en desgracia, especialmente a viudas y huérfanos.
En este Sudario estoy representando a Francisco, un hombre común y corriente, la esencia del caracter y la imagen de muchos hombres colombianos, que se convierten en el antihéroe por excelencia, pero santo por sus acciones y pecador por sus faltas, el que generalmente termina su vida masacrado, mutilado bañado en sangre, al que se le ha guarda luto con los colores de la gratitud, del agradecimiento, del te quiero y la voz de la esperanza en algunas comunidades de Colombia, el ídolo del pueblo.