top of page
Roberto_Sudario_Púrpura_Foto_01_Parte_Fr
"Roberto, luego de una noche de copas, una loche loca"
Sudario Púrpura - Parte Frontal
Roberto_Sudario_Púrpura_Foto_02_Parte_Tr
"Roberto, luego de una noche de copas, una loche loca"
Sudario Púrpura - Parte Trasera
"Roberto, luego de una noche de copas, una loche loca"
Sudario Púrpura - Pieza Completa
Roberto_Sudario_Púrpura_Foto_03_Pieza_C

“Roberto, luego de una noche de copas, una loche loca”

Sudario Púrpura - 2019

Técnica mixta en lienzo

105 x 450 cm

por Angel Correa

go_back_arrow.PNG

Técnica y materiales

Técnica mixta en lienzo 100% algodón, café microfiltrado en polvo, agua destilada, acuarela, témpera, acrílico, anilina, tinta, colorante de alimentos, medio acrílico y barniz

Descripción de la obra

Esta obra fue inspirada por Roberto y la canción con la cual lo identifico: “Mar Y Luna”, tecnolambada, año 1993, interpretada por Pecos Kanvas, cantante venezolano. Estas son algunas líneas de la letra: “Hoy he vuelto para amarte, inútilmente lo sabe el corazón. Ya jamás podré tenerte, más la ilusión ofusca la razón. Sólo puedo recordarte, bajo la luna testigo de mi amor, junto al mar llorar mi pena, morir por ti envuelto en mi dolor”.

Chochal significa prostíbulo, metedero, culiadero. Para nosotros, mis amigos y yo, el Chochal era el metedero, el lugar clandestino en Cali donde íbamos a disfrutar de la música alegre, a bailar, a conocer hombres, a divertirnos, a buscar novio. Ahí Pedro conoció al hombre de su vida, del cual se enamoró perdidamente. Los vimos bailar tecnolambada amacizados, como lo exige una tecnolambada, sudorosos, con unos tragos de aguardiente encima, dándole rastrillo a las cremalleras de los pantalones y brillo a las hebillas, bebiéndose la respiración entre el uno y el otro, devorándose al ritmo de la música.

Una historia bonita, un romance corto con un desenlace fatal luego de sus vacaciones en la costa Caribe juntos y de la desaparición de Roberto, quien al parecer tenía un "patrón" muy importante en la ciudad. Luego de confirmar su muerte, abaleado, Pedro no volvió a ser el mismo. Pasaron algunos años y también perdimos a Pedro, después de padecer una enfermedad que lo consumió por completo. Qué dolor y ausencia tan grandes amigo, pero estoy feliz de haberte visto ser feliz, amado y amando.

Creo que en esta obra más que interpretar las huellas del sangrado de alguien que ha fallecido abaleado, lo que he hecho es fusionar los cuerpos de Roberto y Pedro, sus huellas en la arena, sus cuerpos desnudos durante los momentos de pasión que los hicieron felices, en una escena nocturna de mar y luna.

Como sucede con el Sudario de Turín, usé una sábana para cubrir con respeto los despojos mortales de Roberto y Pedro, pero no sólo eso, para transferir en el Sudario las huellas invisibles de sus sentimientos y sus emociones, las que me han permitido contar su historia, el momento final de una historia de amor que siempre tendrá algo más que decir a través del canvas, describiendo una etapa de transición, particularmente ahora que ha quedado registrada artísticamente.

"Qué desperdicio ole, no joda! Qué vamos a hacer con esta violencia niñas ah?" Dijo Pedro compartiendo con nosotros sus amigos la trágica noticia de la muerte de su “amorsote” Roberto, haciendo además un esfuerzo grande por contener las lágrimas y lo que estoy seguro iba a ser un grito desgarrador; pero en una cultura machista gritar y llorar de dolor "es sólo para las mujeres", no importa qué tan “marica” seas, pues tienes que comportarte y mostrar que eres todo un hombre.

bottom of page